lunes, 9 de mayo de 2011

Pizarra Interactiva Audiovisual

Formación del profesorado en las nuevas tecnologías

"La formación del profesorado ha sido siempre un tema importante, señala De Vicente (1991), a causa de la relación existente entre la calidad del profesor y la de la enseñanza. Alonso y Gallego (1996) nos dicen que los docentes de la enseñanza primaria e infantil han recibido una formación pedagógica y didáctica pero a pesar de ellos son conscientes de que les queda aún mucho por saber y son ellos los que llenan las aulas de cualquier curso de formación de profesores que se organice. Los profesores de Bachillerato y de Enseñanza Secundaria se encuentran en la misma situación, aunque hayan recibido unas horas de formación con el CAP (que nunca satisfizo ni a los profesores ni a los alumnos) ellos sienten el desamparo en sus clases, porque son conscientes de que saber los contenidos de la asignatura que imparten no es suficiente.
Si esta es la sensación generalizada que existe sobre la formación del profesorado en general, qué podemos decir de la orientada a la formación en TIC." (P. Román y R. Romero, Tecnología educativa) Las nuevas generaciones que han crecido rodeadas de nuevos medios y recursos tecnológicos llegan a superar en muchos casos los conocimientos tecnológicos de sus profesores.
Pero, ¿quién debe alfabetizar digitalmente? Los profesionales de la educación. Con un matiz: deben disponer de las destrezas y conocimientos en informática y la facilidad en el uso de los lenguajes y equipos multimedia que tienen su alumnado, como mínimo. Por eso, es imprescindible una formación permanente del profesorado en las nuevas tecnologías. Para quienes deseen profundizar más en este tema, adjuntamos en el apartado de "estudios y artículos relacionados" una serie de documentos muy interesantes y bastante completos que abordan esta cuestión.

domingo, 8 de mayo de 2011

Brecha digital

Un aspecto muy importante que lleva consigo la transformación de una sociedad industrial a una sociedad de la información es la aparición de nuevas fuentes de desigualdad. Quienes tienen los saberes necesarios para acceder a la información, son quienes no van a estar excluidos socialmente. Este tema ha sido ampliamente tratado bajo la denominación de "brecha digital", que puede ser definida en términos de la desigualdad de posibilidades que existen para acceder a la información, al conocimiento y la eduación mediante las tecnologías digitales. La brecha digital no se relaciona exclusivamente con los aspectos de carácter tecnológico, es un reflejo de una combinación de factores socioeconómicos y en particular de limitaciones y falta de infraestructura de telecomunicaciones e informática.

Por eso, es necesario que la institución educativa realice una correcta alfabetización tecnológica y facilite el acceso universal a la Sociedad del Conocimiento. El sistema educativo debe proporcionar "el aprendizaje de instrumentos de análisis, valoración y crítica de las diferentes realidades socioculturales de nuestro contexto" (Elboj y otros, 2002: 19)

viernes, 6 de mayo de 2011

Alfabetización tecnológica en adultos


La sociedad del conocimiento plantea tantos beneficios potenciales como retos y, en el caso de las personas adultas, considerables riesgos e incertidumbres que amenaza con provocar mayores desigualdades y aumentar la exclusión social.

El Memorándum del aprendizaje permanente, como concepto común que debe englobar todos los tipos de aprendizaje y enseñanza, propone, entre los mensajes clave: La innovación en la enseñanza y el aprendizaje. Su objetivo es desarrollar métodos y contextos eficaces de enseñanza y aprendizaje para el aprendizaje continuo a lo largo y ancho de la vida.

Es frecuente que la persona adulta, en su proceso de aprendizaje, atribuya a la memoria una buena parte de sus avances o dificultades para comprender, retener y recordar. Gran parte de sus fracasados esfuerzos los achacan a una mitificada "falta de memoria”. Este tipo de atribuciones llevan a razonamientos circulares que merman la autopercepción positiva frente al aprendizaje, a pesar del esfuerzo y del empeño que ponen en las tareas. También es frecuente la relación paradójica que establece parte de nuestro alumnado de enseñanzas iniciales -mujeres adultas de 40 a 65 años- con las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) y que podríamos resumir en temor y atractivo. En muchos de los hogares de estas personas existen ordenadores con acceso a Internet de uso exclusivo de las generaciones jóvenes.

Dada la importancia concedida a esta capacidad (la memoria) para la adquisición de conocimientos, recordar lo ya aprendido, y para el desenvolvimiento eficaz en la vida cotidiana, pensamos que aprovechar, ejercitar y desarrollar la memoria era un adecuado punto de partida y un buen compañero en la adquisición de conocimientos y destrezas propias de la alfabetización digital.

Carmen Calvo Villar. Doctora en pedagogía. Orientadora en C.E.P.A. "C. Arenal” de Zaragoza y Coordinadora del Programa interactivo de apoyo a la memoria con el uso de las TIC

miércoles, 4 de mayo de 2011

La Sociedad del Conocimiento

"La información se toma o se ha tomado a veces como equivalente a saber o conocimiento. Sin embargo, hay muchas diferencias entre información y conocimiento. La identificación entre ambos va a surgir en la década de los cuarenta, desde las teorías de la información y la cibernética. Desde estos postulados, la mente humana, se va a concebir como una máquina capaz de adquirir y manipular información, de forma que pensar se va a reducir a procesar esa información. (SANCHO J.M. y MILLAN L.M., 1995).

¿Es cierto que tener información sobre determinados temas equivale a poseer conocimiento a cerca del mismo? Nosotras coincidiendo con múltiples autores, opinamos que no es así. Esta teoría es un tanto reduccionista, y no tiene en cuenta otras muchas variables que confluyen. Ya que conocer y pensar no es simplemente almacenar, tratar y comunicar datos. Serán procesos de generalización de distinto tipo y sus resultados, los que nos determinarán el saber cómo actuar sobre algo en una situación dada. El desarrollar procesos de pensamiento alternativos, creativos e idiosincrásicos. La información no es en sí conocimiento. El acceso a ella no garantiza en absoluto desarrollar procesos originales de pensamiento.

A pesar de que el conocimiento se basa en la información, ésta por sí sola no genera conocimiento.

La promesa que, insistentemente se nos hace de acceso global y factible a grandes volúmenes de información desde las nuevas tecnologías no va a ser garantía de mayor conocimiento, ni de mayor educación.

Para que esta información se convierta en conocimiento es necesario la puesta en marcha, desarrollo y mantenimiento de una serie de estrategias. En primer lugar, tendremos que discriminar aquella información relevante para nuestro interés. Tras haber seleccionado la información, debemos analizarla desde una postura reflexiva, intentando profundizar en cada uno de los elementos, deconstruyendo el mensaje, para coconstruirlo desde nuestra propia realidad. Es decir en el proceso de deconstrucción vamos a desmontar, comprender, entender las variables, partes, objetivos, elementos, axiomas del mensaje. En el proceso de coconstrucción realizamos el procedimiento inverso. A partir de variables, axiomas, elementos, etc., volvemos a componer el mensaje, desde nuestra realidad personal, social, histórica, cultural y vital. Es decir, desde nuestra perspectiva global del conocimiento y la persona. Sólo y no perdiendo esta perspectiva podemos afrontar y enfrentarnos a la evolución y el progreso de las nuevas tecnologías de tal forma que nos lleve en un futuro a crear una sociedad más humana y justa donde lo tecnológico y lo humano se integren al igual que los distintos puntos de mira de las distintas culturas conformando el crisol de la realidad en la que estamos sumergidos."

Extracto de "¿SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN -> SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO?.La educación como mediadora. (Inés Cisneros Rodríguez, Catalina García Dúctor y Isabel María Lozano Jurado)".
El texto completo se encuentra en el apartado de "Estudios y artículos relacionados".

domingo, 1 de mayo de 2011

Tecnología educativa


Según la wikipedia, la tecnología educativa es el resultado de las aplicaciones de diferentes concepciones y teorías educativas para la resolución de un amplio espectro de problemas y situaciones referidos a la enseñanza y el aprendizaje, apoyadas en las TIC's. La evolución de la tecnología educativa, que como disciplina nació en Estados Unidos de América en la década de los 50 del siglo pasado, ha dado lugar a diferentes enfoques o tendencias que hemos conocido como enseñanza audiovisual, enseñanza programada, tecnología instruccional, diseño curricular o tecnología crítica de la enseñanza.

Se entiende por tecnología educativa al acercamiento científico basado en la teoría de sistemas que proporciona al educador las herramientas de planificación y desarrollo, así como la tecnología, busca mejorar los procesos de enseñanza y de aprendizaje a través del logro de los objetivos educativos y buscando la efectividad y el significado del aprendizaje.

Un aspecto que lo hace tangible son las diversas piezas informáticas denominadas plataformas didácticas tecnológicas. Las plataformas tienen diferentes objetivos, como lo es gestionar los contenidos, pero también implican la creación de los mismos- Al utilizarlas se busca encontrar métodos para volver factible el conocimiento mediado actualmente por los medios tecnológicos, desde el punto de vista del método heurístico.

Las aplicaciones de la tecnología educativa a la Pedagogía son diversas, dependiendo de las necesidades, contextos y objetivos a conseguir. Es de suma importancia que el maestro en el aula actualmente utilice la tecnología educativa porque así la calidad de la educación se hace efectiva, adecuándose a la realidad social de los alumnos, pero sin olvidar que la tecnología debe ir integrada en el currículum como un recurso más para la tarea docente.

Hay que destacar que la tecnología educativa no nace con el uso de la computadora en el aula. No debemos olvidar la trascendencia de la tarea docente y la convicción de que no hay recurso, por eficiente que sea, que reemplace la mirada, la voz y los consejos de los maestros.